martes, 16 de noviembre de 2010

INSECTOS QUE SE ALIMENTAN DE LA RAÍZ

INSECTOS QUE SE ALIMENTAN DE LA RAÍZ
Algunos miembros de las familias Scarabaeidae y Scolytidae del orden Coleóptera se alimentan sobre las raíces de árboles. Unas especies se alimentan  de las raíces pequeñas, mientras que otras barrenan en la corteza externa y madera de las raíces grandes. Las larvas de Scarabaeidae son conocidas como gallinas ciegas y pueden hacer un problema serio en los viveros forestales, aunque raramente son plagas en árboles que han alcanzado más de un metro de altura. Una especie de escolìtido deposita sus huevecillos en el cuello de la raíz de árboles jóvenes. Las larvas se alimentan en el floema del tronco y en las raíces y generalmente causan la muerte del árbol. Los adultos de la mayoría de los insectos que se alimentan de la raíz también se alimentan del follaje de árboles, aunque no causan problemas serios.

Phyllophaga rubella (Bates). Coleóptera: Scarabaeidae.
Hospedantes: Pinus ayacahuite, P. patula.
Distribución: Distrito Federal, Estado de México. Hidalgo, Morelos.
Descripción: Los adultos  son de forma oval, alargado que miden en promedio 12.8 mm de longitud; son de color café rojizo, con setas cortas en todo el cuerpo; antenas del tipo lamelada  con 10 artejos, los últimos 3 aplanados y alargados hacia un lado. Larvas del tipo escarabeiforme, que maduras miden 30 mm de longitud y son de color crema sucio; cabeza de color café rojiza, abdomen dilatado y de color oscuro en los últimos dos segmentos. Pupas del tipo exarata, de color café pálido. Huevecillos de forma oval, que miden 2 mm de largo por 1 mm de ancho, de color blanco aperlado.
Ciclo de vida y Hábitos: Presente un ciclo de vida anual. Los adultos emergen desde principios de mayo y se les encuentra hasta mediados de julio, razón por la cual se le conoce como “mayates de mayo”  o “escarabajo de junio”, los cuales son fuertemente atraídos a las fuentes de luz. Los adultos se alimentan del follaje de pino durante algún tiempo; las hembras liberan feromonas para atraer a los machos y realizar la cópula, que puede llevarse a cabo en las ramas de los pinos o en el suelo cerca  de la base del árbol. Los huevecillos son puestos en la tierra cerca de las raíces, a una profundidad entre 10 y 20 cm; se encuentran desde mediados de junio hasta principios de septiembre y tienen un periodo de incubación de 17 días en promedio. Las larvas emergen de los huevecillos y se alimentan de las raíces, pasan  por tres instares durante un periodo de 200 a 290 días; en el último instar puede  alimentarse de  raíces más gruesas e incluso de la raíz principal, degollándola. Se les puede encontrar desde la segunda semana  de agosto hasta la tercera semana de febrero. A estas larvas se les conoce comúnmente como “gallinas ciegas”. Cuando las larvas han completado su desarrollo, preparan una cámara en el suelo a unos 15 a 20 cm de profundidad para pupar; el periodo de pupación es de 30 a 45 días; las pupas se encuentran desde  la segunda semana  de febrero hasta la tercera  de mayo. Los adultos ya formados permanecen en las cámaras hasta que las condiciones externas son favorables para salir y alimentarse del follaje.
Daños: Por la forma  de alimentarse el insecto causa dos tipos  de daño, ya que los adultos consumen follaje y causan defoliación del hospedante, mientras que las larvas se alimentan de las raíces, debilitando las plántulas o arboles jóvenes, lo que en la mayoría de los casos ocasiona la muerte de ellos.
Importancia: Este insecto es un factor importante de mortalidad de plántulas en viveros forestales y de plantas jóvenes en plantaciones de árboles de navidad. En estos lugares se justifica su control.
Manejo: Contra este insecto tradicionalmente se han aplicado insecticidas granulados alrededor de las plantas jóvenes, sin embargo, actualmente hay cepas de hongos entomopatógenos de los géneros Metarrhizium y Bauveria. Estos hongos están disponibles en el mercado y se aplican al suelo en forma similar a los insecticidas granulados, con las ventajas de que no son contaminantes, no son tóxicos al hombre y el inoculo pueden permanecer durante largo tiempo en el suelo, brindando una protección más prolongada  por lo menos durante las etapas críticas de las plantaciones.
En México se  reportan 229 especies de Phyllophaga y sólo P. rubella ha sido encontrada atacando especies forestales; sin embargo, no se descarta que existan otras especies con hospedantes de importancia forestal.

Phuyllophaga rubella A, B Adulto. C. Larva D. Pupa. E. Raìz de pino dañado por larvas. F, G . Àrboles recièn plantados y muertos por las larvas de la gallina ciega.


Dendorctonus rhizophagus Thomas y Bright. Coleòptera: Scolytidae.
Hospedantes: Pinus arizonica, P. ayacahuite var brachyptera, P.chihuahuana, P. cooperi, P. duranguensis, P. emgelmannii, P. jeffreyi, P. herrerai, P. leiophylla, P. lumboltzii, P. michoacana var comuta, P. ponderosa, P. sylvestris.
Distribución: Chihuahua, Durango, Guerrero. Sinaloa, Sonora, Zacatecas.
Descripción: Dentro  de la familia Scolytidae y dentro del género Dendroctonus, D. rhizophagus es una de las especies más grandes que existen. Su longitud promedio es de 7.1 mm, con un rango de 6 a 8.2  mm. Su cuerpo es robusto, de coloración oscura. Con mayor frecuencia se encuentran insectos  con los élitros de color  café rojizo o rojizo, con el pronoto y la cabeza más oscuros, casi negros; en algunos ejemplares el color del cuerpo es uniformemente de color rojizo. Dendroctonus rhizophagus presenta  la base de la clava antenal angular y asimétrica, con el primer segmento más oscuro que los otros tres. Las frentes presentan puntuaciones impresas finas y sin rebordes que le dan una apariencia más o menos lisa. El proceso epistomal es cóncavo en la parte media  y sus márgenes laterales están parcialmente elevados. En los élitros el declive presenta tubérculos poco prominentes. Las características anteriores son diagnosticas para identificar esta especie. El huevo es aperlado, oval, de 1.2 a 1.4  mm de largo  y de 0.6 a 0.8 mm de ancho. La larva es curculioniforme, apoda, con la cabeza  de color rojo o café rojizo, cuerpo cilíndrico y en forma de “C”, de color blanco, con superficie lisa y medianamente suave. En el último segmento abdominal se encuentra una placa anal esclerosada de color rojo intenso, que lleva 6 espinas cortas y fuertes. Las larvas pasan por 5 instares larvales y en su madurez alcanzan hasta 15.9 mm de longitud. La pupa es exarada, de color blanco y mide de 6.4 a 10.2 mm de longitud.
Ciclo de vida y Hábitos: El descortezador del renuevo presenta una generación por año; las fechas en que ocurren los diferentes estados de desarrollo oscilan ligeramente de acuerdo con variaciones en altitud y latitud. En altitudes en donde el insecto prospera mejor (1900-2100 msnm), la emergencia ocurre a partir de la segunda quincena  de junio y concluye a principios de septiembre, con la máxima emergencia en el mes de junio. El ataque a nuevos árboles lo realiza una sola pareja, aunque eventualmente puede haber más de ellas. Los huevecillos son frecuentes entre julio y septiembre y excepcionalmente presentes en octubre, mientras que el estado larval transcurre en agosto a abril del siguiente año. La pupa se encuentra en el mes de mayo, mientras que los preadultos o preimagos se presentan de finales de mayo a finales de agosto. Las hembras llegan a los arboles hospedantes y se ubican en el fuste a una altura de 2 a 3  cm sobre la superficie del suelo y buscan un sitio adecuado en la corteza para realizar una perforación de entrada que las comunique con el floema y el cambium. En un principio el túnel  que realizan es angosto y cilíndrico y permite la salida de resina al exterior del árbol. Por este tiempo, el macho arriba al árbol infestado y penetra  a la galería hecha  por la hembra; una vez que la alcanza, copula con ella y entre ambos ensanchan la galería que se  vuelve algo irregular y se orienta hacia  abajo, aunque algunos pueden dirigirse hacia arriba. La hembra oviposita hasta 60 huevecillos en la parte superior de la galería mencionada, en grupos de 12 a 45  individuos; cada uno los huevos esta sostenido por excrementos parcialmente compactados con resina. Las larvas emergen e inmediatamente se agregan en uno o hasta tres grupos, y en cada  uno de ellos se mantienen juntas e inician su alimentación en el floema de la parte superior de la galería paterna, de manera que forman una cámara común que eventualmente ocupa todo el perímetro del cambium. La dirección de las larvas es ascendente y si los arboles infestados son pequeños pueden llegar hasta cerca de la punta del árbol o avanzar por  algunas ramas; de otra forma, sólo ascienden por el fuste principal hasta que completan su desarrollo larvario. Una vez que las larvas llegan al quinto instar, todo el grupo regresa por donde subió, hasta llegar a la raíz en donde se distribuyen en raíces primarias y secundarias, lo que sucede a mediados o fines del otoño y permite que las larvas dispongan  de un sitio adecuado para evadir las bajas temperaturas del invierno. Las larvas se logran ubicar en raíces que escasamente tienen un diámetro mayor que ellas  (3 a 4 mm), a profundidades que oscilan de 10 a 20 cm. En estos sitios las larvas permanecen quietas, en una aparente diapausa. Al inicio de la primavera, las larvas entran nuevamente en actividad y regresan por las raíces para reagruparse en la raíz principal. En este sitio, o en la parte basal de las raíces primarias, cada larva hace una cámara parcialmente grabada en el xilema y más profundamente en el floema. En estas cámaras las larvas pasan al estado de pupa y después al de adulto teneral o preimago, en el que permanecen mientras el cuerpo se endurece lo  suficiente para que en reposo pueda salir al ambiente. Parece ser que la emergencia de adultos se realiza por unos pocos orificios que se hacen en el cuello de la raíz, justo en la superficie del suelo.
Daños: La galería es espiral que hacen los adultos atacantes circuncida al árbol y le causa la muerte y sólo entonces se puede dar el desarrollo de la progenie. Los árboles infestados por el descortezador oscilan de 0.1 a 3.0 m de altura, aunque en este rango se muestran preferencias por los brinzales de 0.2 a 1.2 m de altura. El daño que hacen los adultos corta el paso de sustancias hacia la raíz, pero no impide el paso de agua y sustancias minerales hacia el follaje, lo que implica que la raíz sobrevive hasta que se agoten sus reservas de sustancias elaboradas y solo entonces muere. De igual forma y hasta este momento, se hacen evidentes en el follaje los síntomas de falta de agua y nutrientes. En el campo, el cambio de color del follaje se inicia a partir de mediados de noviembre, aunque algunos árboles muestran el cambio de color hasta enero. Para el mes de febrero la gran mayoría de los árboles tienen el follaje café rojizo. En los árboles en los que  el insecto falla en su ataque se observan dos situaciones posibles, la primera es que el árbol sobreviva al ataque y que no muestre ningún cambio en la coloración del follaje y que no muestre ningún cambio en la coloración del follaje y la segunda es que por la lesión recibida, el árbol muera después de un lapso de tiempo relativamente largo, caso en el que es frecuente  observar individuos con copas verdes o amarillentas en los meses de febrero a abril, cuando ya no se encuentra población alguna de insectos. Los daños más relevantes causados por el descortezador ocurren el rodales en los que el estrato superior tiene pocos a ningún individuos y existe regeneración abundante, como sucede cuando se aplican métodos silviculturales del tipo de árboles padre o matarrasa. La aplicación de tales métodos puede favorecer la aparición como plaga de D. rhizophagus. Lo anterior tendrá mayor posibilidad de ocurrir en aquellas localidades en donde el insecto està mejor adaptado para sobrevivir, lo cual sucede en altitudes de 1900 a 2100 msnm y existen hospedantes susceptibles, por ejemplo Pinus engelmannii. En plantaciones, los descortezadores han causado severas mortalidades en especies de pinos que no son tan susceptibles cuando están en condiciones naturales, por ejemplo P. duranguensis y P. arizonica.
Importancia: Dendroctonus rhizophagus es un insecto cuya importancia varía según las condiciones de manejo de un bosque natural o de una plantación. En el primer caso el insecto será de mayor importancia en aquellos bosques en que se pretenden obtener masas coetáneas y en donde el método de regeneración empleado permita el nacimiento de grandes poblaciones de árboles pequeños, que eventualmente representan cantidades importantes de alimento y favorecen el desarrollo poblacional del descortezador. En Mesa de Huracán, Chihuahua, de 1977 a 1982, se extrajeron manualmente y con fines de control más de 2 millones de árboles infestados. Lo anterior se realizó en predios que previamente fueron sometidos a cortas de regeneración. Como consecuencia de estos daños se tuvo la pérdida del crecimiento obtenido, la regeneración de una nueva disposición espacial de los árboles que pudo no ser la deseada por el silvicultor y la alteración en la coetaneidad de los árboles, ya que continuamente se abrieron espacios y nacieron nuevos árboles. En rodales con grandes números de individuos jóvenes por hectárea, las infestaciones puede ser  beneficiosas para el silvicultor, ya que constituyen un factor de aclareo natural y llegado el momento de ralear al rodal se tienen menores números de árboles a extraer aunque es factible que los claros generados no sean lo más apropiados para un uso  óptimo del terreno. prácticamente no se conocen infestaciones severas en rodales con una estructura incoetánea y en donde se tienen mezclas de especies, aparentemente la poca disponibilidad de alimento y su ubicación dispersa no permiten la manifestación del insecto como plaga, de tal forma que en este tipos de rodales su importancia económica está muy disminuida. Desde un punto de vista ecológico, parece que el insecto reduce la competencia intraespecìfica de sus hospedantes y de cierta forma elimina a individuos débiles o parcialmente dominados por sus vecinos. En el caso de plantaciones la importancia del descortezador es relevante solo en las que  se ubican en las altitudes de 1900 a 2100 msnm y las infestaciones de importancia son menos frecuentes por abajo y arriba de estas altitudes. Los impactos causados por la muerte de árboles plantados son de mayor cuantía que los observados en los bosques naturales, ya que existen nuevos factores involucrados, como la inversión inicial por planta, la densidad original que en la mayoría de los casos es menor a la cantidad que ocurre naturalmente y que no tolera grandes pérdidas de plantas y por último, un patrón de disposición espacial que tiende a utilizar en forma óptima los recursos de luz, espacio y sustrato-nutrientes. El impacto económico de D. rhizophagus se inicia cuando la densidad residual dejada por el descortezador no es suficiente para utilizar los recursos disponibles en el sitio, lo que se traduce en una reducción del volumen a cosechar en las cortas intermedias o al final del turno.
Manejo: las actividades de supresión que se han realizado contra D. rhizophagus incluyen extracciones manuales de árboles infestados. Esta actividad se realiza una vez que las larvas retornaron de las raíces en donde invernaron y se encuentran en el cuello de la raíz principal. Esto ocurre de mediados de marzo a mediados de mayo. La modificación de la humedad  circundante mata a las larvas o pupas. A partir de la segunda quincena de mayo, una vez que los preimagos se han formado, es difícil que con solo extraer el árbol infestado logre su muerte, de tal forma que necesariamente debe complementar el tratamiento. Lo anterior se logra mediante la incineración de los fustes extraídos  o por la aplicación sobre ellos  de insecticidas previamente disueltos en un aceite mineral. Una modificación a este método puede ser el corte de arboles infestados y la aplicación de un insecticida sobre el tocón residual; el producto debe ser medianamente persistente, tener capacidad de penetración y poseer propiedades fumigantes. Los árboles infestados deben cortar lo más posible a ras del suelo. Otra actividad de supresión directa contra las larvas de D. rhizophagus  consiste en el derribe de arbolitos  que contienen la población  de larvas en el interior de su fuste, por arriba del sitio de ataque de adultos  de ataque de los adultos, con el fin de anular las posibilidades de que las larvas, logren llegar a sitios de invernación después de desarrollarse y también se trata de exponerlas a condiciones ambientales intolerables para ellas, de manera que sea imposible su supervivencia. El corte de árboles   infestados se debe realizar entre finales de septiembre y principios de noviembre, período en el que el follaje de los árboles aún está verde y la única indicación de la infestación es le grumo de resina en la base del árbol. Una desventaja es que el criterio de corte se basa sólo en la presencia del mencionado grumo, lo cual hace difícil el reconocimiento de árboles infestados y lleva el riesgo de cortar árboles que podrían resistir el ataque.

Demdroctonus rhizophagus. A. Ataque reciente en un àrbol vivo con acumulaciòn de resina en la base. B. Orificio de entrada de adultos en el cuello de la raìz. C. Huevos. D. Izquierda, adulto de D.  valens; derecha, adulto  de D. rhizophagus; se muestra la diferencia en la coloraciòn de las antenas. E. Arbolito con infestaciòn actual. F. Galerìas de la raìz. G. Larvas. H. Pupas.



Hylastes spp. Coleòptera. Scolytidae
Hospedantes: Pinus spp.
Distribución: Baja California, Chiapas, Chihuahua, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Tlaxcala.
Descripción: Adulto de 2 a 5 mm de longitud, de cuerpo magro, de 2.6 a 3.2 veces tan largo como ancho. Con el tercer segmento tarsal delgado y emarginado. El pronoto no está constreñido fuertemente en su parte anterior, como lo está en Hylugrops. Las puntuaciones son uniformes en tamaño, ya sean grandes o pequeñas. El funículo antenal es de 7 segmentos con la clava cónica. El declive elitral es convexo y pronunciado. En los élitros puede haber escamas. La larva es curculioniforme, blanquecina, típica de la familia.
Ciclo de Vida y Hábitos: De una a varias generaciones por año dependiendo de la altitud en donde se encuentre. Los insectos infestan la parte baja de los fustes o la raíz de árboles moribundos o recién muertos. Muchos de ellos infestan la raíz de los tocones. Entran a la corteza por el cuello de la raíz o algunos centímetros abajo de la superficie del suelo. Sus galerías son rectas con nichos de oviposición en ambos lados. Las larvas hacen galerías individuales en el floema. Pupan en la corteza externa.
Daños: Los insectos infestan árboles verdes que han sido debilitados por incendios o por otro tipo de siniestros. También pueden ser atacados los árboles sobremaduros infectados por hongos de raíz. Es común encontrarlos en árboles infestados por descortezadores de género Dendroctonus. Los túneles practicados por ellos se observan manchados por hongos, cuyo papel se desconoce.
Importancia: Ninguna especie tiene importancia económica, aunque existen pocos estudios sobre ellos.
Manejo: No se realiza ninguna actividad de control.

Hylastes spp. A. Galerìa de oviposiciòn. B. Galerìa materna con minas larvales. C. Comparaciòn entre Hylastes (izquierda) e Hylurgops (derecha). D,E. Adulto de Hylastes


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